Las matriculaciones de turismos y todoterrenos consiguen superar el dato de ventas de enero de 2021 por escasas 400 unidades y un crecimiento del 1%. Cierran el mes con 42.377 unidades, pero este crecimiento se compara con un mes en el que la pandemia de la Covid-19 confluyó con la nevada histórica Filomena, que tuvo bloqueadas poblaciones como Madrid durante casi dos semanas del mes. El dato de enero de 2022 es mejor que su predecesor, pero es el segundo más bajo de la serie histórica desde el año 2000. En el primer mes del año 2022, el sector de la automoción sigue arrastrando la falta de microchips, que reduce de manera fundamental los stocks disponibles de vehículos y la crisis económica derivada de la pandemia, dado que la recuperación no es general y está tardando más en unos sectores que en otros.
Las emisiones medias de CO2 de los turismos vendidos en el mes de enero se quedan en 118 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, un 7% menos que la media de emisiones de los turismos nuevos vendidos en enero 2021.
El canal que más recorta sus ventas respecto del mes de enero del año pasado es el de los alquiladores, que reduce sus compras en un 64,4% frente al primer mes de 2021. Las ventas a los particulares crecen un 13,3%, hasta las 21.567 unidades y el canal de empresas crece un 4%.
Vehículos comerciales ligeros
En enero, se han matriculado 6.939 vehículos comerciales ligeros, un 27,3% menos que en el mismo mes de 2021. El segmento más afectado es el de furgones, con una caída del 34,6%, hasta las 2.066 unidades. El canal más afectado es el de los autónomos con una caída del 41%, hasta las 1.664 unidades.
Industriales y autobuses
Las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses fueron las únicas que crecieron en el primer mes de 2022, con una subida del 14,5%. Los vehículos industriales pesados incrementaron sus ventas en un 16,6% y los tractocamiones en un 21,3%. Son los segmentos que más crecen con permiso de los microbuses, que elevaron sus entregas un 85% pero con volúmenes muy inferiores.
“Los datos de enero están muy afectados por la falta de stock por la crisis de los microchips, pero también por la crisis económica derivada de la pandemia que no se acaba de resolver. La situación coyuntural es mala pero lo cierto es que se pueden tomar iniciativas para no profundizar en la crisis. Una mayor presión fiscal sobre la renovación complica la situación, retrae al consumidor y penaliza la descarbonización. No podemos considerar que estas cifras son adecuadas para el sector en España porque están lejos de ser el mercado fuerte que nos corresponde. De este modo, la industria se está debilitando y no solo no puede contribuir a la recuperación de la economía, sino que corre el riesgo de perder la relevante posición que ostenta en términos de PIB y empleo de calidad en España” según Noemi Navas, directora de Comunicación de ANFAC.
“El cambio de año no ha supuesto un cambio de tendencia en las matriculaciones, que se han reducido a la mínima expresión, hasta casi la mitad de las que se registraban antes de la pandemia. La crisis de los microchips no se regulariza y es la situación que más está marcando el presente del mercado. Es cierto que sí notamos una tímida mejora en la actividad comercial de los concesionarios, pero también percibimos que hay clientes que no terminan de ver clara la recuperación de su economía doméstica, por lo que la opción de adquirir un vehículo, en muchos casos, queda postergada. Los datos de enero confirman que la automoción se está quedando fuera, de momento, de la recuperación general que sí están protagonizando otros sectores y a la que nosotros deberíamos sumarnos, pero el motor de esa contribución son las ventas: si no se venden coches, una parte muy importante de la actividad económica del país también se está viendo frenada. Hay que recuperar cuanto antes el mercado”, explica Raúl Morales, director de comunicación de FACONAUTO.
“El hecho de que la comparativa con el mismo mes del año anterior sea positiva no debe hacernos perder de vista que los efectos de la pandemia y la crisis de los microchips continúan haciendo estragos en las ventas. Por segundo año consecutivo, arrancamos el ejercicio por debajo de las 50.000 unidades, que es la mitad del volumen de matriculaciones mensuales que le corresponde a nuestro mercado por nivel de motorización, población y renta per cápita. Teniendo en cuenta que los próximos meses van a seguir marcados por la escasez de semiconductores y las alteraciones en la cadena de suministro, a 2022 podemos calificarlo como año de transición porque no será hasta 2023 cuando, en principio, superemos la barrera del millón de unidades matriculadas”, en opinión de la directora de Comunicación de GANVAM, Tania Puche.