La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha publicado su primer Informe del Vehículo Autónomo y Conectado con el objetivo de ofrecer una visión divulgativa de la situación del vehículo autónomo y conectado e identificar las principales líneas de acción para impulsar el entorno técnico y regulatorio que favorezca su despliegue. Con este Informe, ANFAC trata de impulsar el conocimiento de la tecnología de esta tipología de vehículos que, sin duda, contribuirán a mejorar la movilidad del conjunto de la sociedad al aumentar la seguridad, la protección, la accesibilidad, la fiabilidad y la comodidad en los desplazamientos. Asimismo, el desarrollo del vehículo autónomo y de la conectividad abriría grandes oportunidades a la generación de nuevos servicios y empleos, como ya detalla el Plan Automoción 2020-40 de ANFAC.
En línea con la Estrategia Europea de Movilidad Sostenible e Inteligente, que señala la importancia de la digitalización y la automatización del motor como prioridad para la Unión Europea, ANFAC señala al vehículo autónomo y conectado como vector indispensable de la nueva movilidad fiable y segura. Este punto, uno de los ejes fundamentales del Plan Automoción 2020-40 de ANFAC, es clave para la transformación de modelo industrial y de negocio del sector de la automoción en España.
Con el objetivo de acercar las ventajas de la nueva movilidad a la sociedad y como ya viene realizando la asociación como referente del sector de la automoción a través de diversos informes y materiales divulgativos, este primer Informe sobre el vehículo autónomo y conectado elaborado por ANFAC hace un exhaustivo análisis de la situación de estas tecnologías abordando aspectos como el desarrollo tecnológico; los sistemas de ayuda (ADAS) presentes en los vehículos; el marco regulatorio, tanto de conducción automatizada como de acceso al dato, vigente tanto en España como en el entorno europeo, entre otros aspectos. Al mismo tiempo, plantea posibles líneas de acción para acelerar su implementación y adaptación del entorno regulatorio y tecnológico a este tipo de vehículos. “La movilidad del futuro es una oportunidad tanto para el sector como para el ciudadano. La evolución que están viviendo los vehículos y la movilidad hace necesario elaborar materiales con carácter pedagógico y divulgativo que nos permitan ofrecer una visión sencilla y accesible, pero completa, de los beneficios y posibilidades que el vehículo autónomo y conectado ofrece”, destacó José LópezTafall, director general de ANFAC.
Establecimiento de una regulación para el vehículo autónomo nivel SAE 4 ya en 2023
Ya la primera edición del Barómetro sobre vehículo autónomo y conectado presentado el año pasado por ANFAC, apuntaba que, actualmente, las marcas de automóviles poseen la capacidad tanto en la oferta actual como en la entrada de nuevos vehículos en el mercado de niveles de conducción autónoma por encima del nivel SAE 2, el máximo nivel ahora permitido por la regulación española.
Para poder hacer uso de las posibilidades que ya hoy permite la tecnología, desde ANFAC se insiste en la necesidad de modificar ya en 2023 el reglamento general de circulación y otras normas para posibilitar la circulación de vehículos hasta nivel SAE 4 en las carreteras españolas. España ya dio el primer paso habilitando el marco para que esto pudiera ocurrir en la nueva Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial de diciembre de 2021 pero, desde entonces, no se ha realizado ningún avance. Países de nuestro entorno en Europa ya tienen un marco regulatorio que permite la circulación del vehículo automatizado, como es el caso de Alemania que desde 2017 permite la circulación de vehículos de nivel SAE 3 y desde 2021 aprobó la incorporación de funciones de conducción SAE 4 para áreas definidas y controladas dentro del tráfico público. Así como Francia que, aunque no tiene una regulación específica para el nivel SAE 3, lo considera como un sistema de ayuda a la conducción más y permitido en los vehículos.
“España, como potencia a nivel europeo en automoción, debe avanzar en el desarrollo del vehículo autónomo y conectado. Esta propuesta ya está recogida en nuestro Plan de la Automoción 2020-40, en el que se identifica al vehículo autónomo y conectado como herramienta fundamental para avanzar en la transformación de la industria de la automoción hacia la nueva movilidad. Sin embargo, si queremos que el vehículo autónomo y conectado se convierta en una realidad, es necesaria la actuación decidida de la Administración para adaptar el marco normativo y permitir la circulación a los vehículos con funciones de conducción totalmente automatizadas de hasta nivel SAE 4, tal y como se está haciendo en otros países de Europa como Francia y Alemania. A diferencia de la electrificación, en este terreno aún estamos a tiempo de no quedarnos atrás, pero hay que actuar ya”, señala José López-Tafall, director general de ANFAC.
ANFAC, avanzando hacia el vehículo autónomo y conectado
En suma, al Informe presentado, y a fin de impulsar la autonomía y la conectividad de la industria de la automoción, se une el ya citado Barómetro sobre vehículo autónomo y conectado, cuya nueva edición se lanzará en los próximos meses. Asimismo, la asociación también ha puesto en marcha en 2023 el Foro Ampliado del Vehículo Autónomo y Conectado, un grupo de trabajo creado e impulsado desde ANFAC que cuenta con la participación de marcas, asociaciones del sector, administración pública y empresas y entidades vinculadas con la nueva movilidad. Este grupo tiene por objetivo conocer las necesidades y nivel de desarrollo actual en torno al vehículo autónomo y conectado y, de esta manera, servir de punto de encuentro y de reflexión para consolidar esta tecnología en España y que esté a disposición de los usuarios para mejorar la seguridad vial y así avanzar en línea con el objetivo de cero accidentes en carretera. En este enlace puedes descargar el Informe del Vehículo Autónomo y Conectado de ANFAC.
Los cinco niveles de conducción
La Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE por sus siglas en inglés) hace la siguiente clasificación de los coches según su nivel de autonomía:
Nivel 0 de conducción autónoma: No existe ningún tipo de automatización en el vehículo. Es decir, el conductor depende de su propia conducción, ya que no va a tener ninguna ayuda de manejo por parte del coche. Estos son los coches de antaño, antes de llegar a la década de los 90 cuando la electrónica empezó a ser la protagonista.
Nivel 1 de conducción autónoma: El coche empieza a dar alguna asistencia para que el conductor no tenga que realizar tantas tareas a la vez. Por ejemplo, aquí se incluye el control de velocidad o el asistente de mantenimiento de carril. Los asistentes gestionan de forma independiente el movimiento lateral o el longitudinal (en ningún caso los dos a la vez). También se puede incluir aquí el asistente de ayuda al aparcamiento (el conductor maneja solo los pedales, el coche se encarga del volante) o el aviso de colisión y peatones con función de frenado en ciudad. Todos son una ayuda para el conductor, aunque esto no quita que esté pendiente en todo momento de lo que haga el coche.
Nivel 2 de conducción autónoma: Aquí el coche ya controla a la vez tanto los movimientos laterales como los longitudinales. Alguna tecnología que se puede incluir aquí es la ayuda al aparcamiento en la que el conductor ya no toca ni el volante, ni los pedales o un asistente de conducción para reducir el estrés en los atascos ya que el coche es capaz de acelerar o frenar manteniendo la distancia con el coche que le precede y manteniéndose en el carril. Aquí el papel del conductor todavía es muy importante.
Nivel 3 de conducción autónoma: este punto marca un punto de inflexión en la tecnología y aquí el coche ya es capaz de encargarse de prácticamente toda la conducción. El vehículo ya ve lo que tiene en su entorno y puede actuar en función de los elementos que le rodean. Es decir, la persona sentada en el puesto de conducción ya puede soltar el volante y los pedales para que el coche se lleve él solo. No obstante, aquí todavía se requiere la supervisión de un humano por si el software no responde adecuadamente, por ejemplo, cuando hay alguna zona de obras que no está bien señalizada.
Nivel 4 de conducción autónoma: a partir de aquí desaparece la figura del conductor. El coche es totalmente capaz de conducir por sí solo, sin actuación humana. Si tiene algún problema por condiciones climatológicas o geográficas no tiene que pedir ayuda, utilizará los protocolos necesarios para evitar el peligro por sí solo hasta ponerse a salvo. Si el humano requiere la conducción, el coche puede decidir si darle el control inmediatamente o esperar hasta que la cesión del manejo sea la idónea por seguridad.
Nivel 5 de conducción autónoma: es el último nivel y, por tanto, la automatización total. Son coches que ya no tienen ni volante, ni pedales porque ellos mismos se controlan sin necesidad de que una persona actúe en ningún momento.