2017, tercera semana de enero. Hay restos de sal en autopistas, autovías y carreteras de la península. Los montes están nevados. Media España se protege de la ola de frío. Es un fin de semana de sofá y manta para muchos. No para los pingüinos, no.\r\n
Rugido de motores en Valladolid
\r\nLa concentración invernal organizada por el Club Turismoto tiene historia, presente y futuro: regresa a escena tras dos años. En esta ocasión, reúne a 22.536 aficionados a las dos ruedas que llegan de todas partes para disfrutar de una convocatoria única: “Nunca nos hemos ido, hubo un parón técnico –por poner una palabra suave al tema- y una vez que todo se solucionó retomamos el asunto”. El portavoz y tesorero de la entidad convocante, José Manuel Navas, charla con Eurolloyd sobre el éxito de la última convocatoria de Pingüinos. “¿Dónde está la clave de este regreso triunfal?”, preguntamos a José Manuel. “Muy sencillo: es la concentración invernal, pero es la más cálida de todas las que se desarrollan en Europa en todo el año. El calor humano que desprenden Turismoto, Pingüinos y la gente es algo inigualable”.\r\n\r\nEl buen ambiente, los miles de participantes, la normalidad durante la concentración, el espíritu colaborativo de los inscritos y la hospitalidad de los pucelanos ratifican que Valladolid necesita a Pingüinos y Pingüinos a Valladolid. Los organizadores de la convocatoria admiten haber pasado dos años duros, afrontando “situaciones muy desagradables que nos hemos comido en silencio hasta la resolución, aplicando prudencia porque siempre intentamos que ni Valladolid ni el mundo de la moto saliesen perjudicados. Al final Pingüinos somos lo que quiere la gente, representamos a un colectivo importantísimo de toda España y tenemos que actuar en función de eso”.\r\n\r\n
\r\n\r\nLos momentos difíciles no se olvidan, pero los sinsabores se atenúan. El éxito de la última edición de Pingüinos hace que la organización se sienta “encantada”. Reiniciar la marcha ha permitido “que se abran las ventanas, que entre aire, que Valladolid y todos los que participan nos mostremos más activos, implicados, generosos… la gente de Valladolid es muy hospitalaria y eso es importantísimo. Todo el mundo está contento y eso es lo que perseguimos, lo que buscamos. Buscamos lo bueno y la calidad, nos gusta que haya cantidad porque ayuda a medir el éxito, pero si medimos la calidad de esos 22.536 motoristas tendríamos que hablar de más de 30.000”, apunta José Manuel Navas. A esos 22.536 habría que sumar muchos otros miles que acuden a la fiesta. El beneficio económico es incuestionable. “Estamos inmensamente agradecidos a Valladolid. Es justo después de la Navidad y lo único que te apetece en esas fechas es no salir de casa, con esas temperaturas. Llega Pingüinos, la gente se une y parece que estamos en primavera”.\r\n\r\n«Al fin y al cabo, sabemos a quién representamos: a un colectivo solidario, en el que hay mucho compañerismo, que no es violento, que quiere disfrutar de la moto, la gente…”, manifiesta el portavoz de Turismoto. Una gran ayuda para combatir estereotipos: “Poco a poco van desapareciendo los clichés. Nosotros llevamos 40 años en este mundillo de las concentraciones y uno de los objetivos era cambiar la imagen que nos vendían las películas, por ejemplo, EE UU e Inglaterra. Ni en Estados Unidos ni en Inglaterra ni en ningún sitio somos como se nos presentaba. El motorista es todo lo contrario y ése es el objetivo de la propia concentración».\r\n\r\n¿Dónde continúa la leyenda? José Manuel Navas no duda: “Cuando hablas de leyenda es porque tienes historia. Lo de otros es un cuento, deberían decir que el cuento empieza”, señala.\r\n\r\n¡Larga vida a Pingüinos!