Los neumáticos son lo que nos une al asfalto cuando circulamos por carretera. Por eso, es tan importante que cada mes vigilemos tanto su desgaste como la presión adecuada que deben llevar.
Desde ADINE (Asociación Nacional de Distribuidores e Importadores de Neumáticos), nos recuerdan que llevar los neumáticos con una presión inadecuada puede ser muy costoso para nosotros, ya que supone un gasto extra de combustible y más emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin olvidar que provocan un mayor desgaste de la goma y su envejecimiento prematuro.
Ahorrar hasta el 10% de combustible
Llevar los neumáticos con una presión inadecuada provoca una reducción de la superficie de contacto con el asfalto y una disminución del agarre. Esto pone en peligro la seguridad del vehículo y de sus ocupantes. Si la presión es excesiva, se produce un desgaste mayor en la parte central del neumático. Si es demasiado baja, el desgaste de la goma es más irregular, sobre todo en la parte externa.
Por todo esto, ADINE recomienda circular con la presión de los neumáticos que indica el fabricante del vehículo, ya que solo ese gesto supone un ahorro de hasta el 10% del combustible, además de alargar la vida útil de los mismos (podremos hacer un 3% más de kilómetros).
Un neumático desgastado o con el dibujo por debajo del límite legal (1,6 mm) no cumple su función, por lo que pone en peligro nuestra seguridad y la de los demás, ya que, al reducirse el agarre, tenemos más posibilidades de sufrir patinazos o acuaplanin.
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Fuente: Revista DGT