La infraestructura de recarga de acceso público en España mantiene un avance positivo, aunque ralentizado. Durante el segundo trimestre de 2025, se han instalado 1.534 nuevos puntos de recarga, lo que supone un crecimiento del 3% respecto al trimestre anterior, según los datos del último Barómetro de Electromovilidad elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Con este incremento, España alcanza un total de 47.892 puntos de recarga públicos.

No obstante, el informe destaca una desaceleración preocupante: el crecimiento del trimestre anterior fue de 7.633 nuevos puntos, cinco veces más que en el último periodo. A esto se suma el aumento de puntos instalados pero no operativos, que ya suman 13.782, un 5,5% más que en el primer trimestre del año. De estar activos, el país contaría con 61.684 puntos de recarga, acercándose al objetivo de 64.000 fijado por ANFAC para 2024. Actualmente, uno de cada cinco puntos instalados no funciona, una cifra que condiciona seriamente el avance de la movilidad eléctrica.

Crece el mercado de vehículos electrificados

Pese a estos retos, el indicador global de electromovilidad ha crecido 1,6 puntos, alcanzando una puntuación de 18,7 sobre 100. Este avance responde principalmente al fuerte incremento en la matriculación de turismos electrificados: 62.615 nuevos vehículos en el segundo trimestre de 2025, el doble que en el mismo periodo de 2024.

El indicador de mercado de vehículos electrificados sube 2,8 puntos hasta situarse en 25,4, por encima de la media europea (41,1), aunque España sigue rezagada, solo por delante de Italia, República Checa y Hungría. A nivel nacional, Madrid lidera con 42,5 puntos, seguida de Navarra (32,4), Cataluña (27,5) y Comunidad Valenciana (25,4). Las regiones que más han crecido son Madrid (+6,2), Cantabria (+2,8), Baleares y Galicia (ambas con +2,8).

La infraestructura de recarga sigue creciendo, pero lentamente

El desarrollo de la infraestructura de recarga avanza, pero a menor ritmo. El indicador sube apenas 0,3 puntos hasta alcanzar los 11,9. Castilla y León mantiene el liderazgo con 19,1 puntos, seguida de Cantabria (17,1), Navarra (17) y Cataluña (16,3). Las mayores subidas se registran en Asturias (+1,2), Castilla-La Mancha y Canarias (+0,7).

En el contexto europeo, la media de infraestructura alcanza los 23,4 puntos, con países como Países Bajos (+2,6) o Noruega (+11,8) marcando el ritmo. España sigue a la cola en este aspecto, con avances tímidos.

Estancamiento en la carga rápida

Un dato preocupante es la baja penetración de puntos de carga rápida (más de 150 kW), que solo representan el 9,1% del total, con 4.379 puntos. En el último trimestre se han abierto 371 nuevos, lo que evidencia una necesidad urgente de acelerar este tipo de infraestructuras, clave para la electrificación del transporte pesado y viajes de larga distancia.

Por contraste, los cargadores de baja potencia (22 kW o menos) siguen dominando el despliegue, representando el 70% de la red. Desde abril se han instalado 1.085 de estos puntos, una cifra que refleja un desfase con respecto a las necesidades actuales de carga rápida de los nuevos modelos de vehículos eléctricos.

ANFAC insiste en acelerar el ritmo

José López-Tafall, director general de ANFAC, valora positivamente el crecimiento pero subraya que “no podemos conformarnos”. Señala que “tanto el sector como los ciudadanos están demostrando voluntad para adoptar la electromovilidad”, pero pide una mayor implicación institucional para mantener el ritmo que exigen los objetivos climáticos y regulatorios.

“El crecimiento actual es insuficiente para alcanzar los compromisos marcados por Europa. Es necesario trabajar en medidas de mayor impacto como ayudas directas, incentivos fiscales y eliminar mensajes confusos sobre el vehículo privado”, ha declarado López-Tafall.

En definitiva, aunque España avanza en su transición hacia la movilidad eléctrica, los datos del segundo trimestre de 2025 muestran que este progreso debe acelerarse, especialmente en lo referente a la activación de puntos de recarga ya instalados y el despliegue de carga rápida, si se quiere cumplir con los exigentes objetivos europeos y no quedar rezagados respecto a otros países del continente.