El sector de la moto y los vehículos ligeros eléctricos cerró el primer semestre de 2024 con una caída del -40%, registrando un total de 4.487 unidades. Un dato que contrasta con las cifras del mercado general, que en el mismo periodo de tiempo creció un 3%, con 117.760 matriculaciones y que muestran el claro interés que el ciudadano tiene por la moto.

Es evidente que la moto eléctrica cuenta con barreras que impiden que el ciudadano se decida por su adquisición. Por un lado, la escasa infraestructura de recarga específica para moto desplegada hasta el momento, insuficiente no sólo en áreas interurbanas, también en las ciudades. Y por otro, los planes de incentivo, que continúan sin suponer una verdadera ayuda a la hora de adquirir una moto eléctrica. La última actualización del MOVES no aporta ninguna mejora respecto a la burocracia que conlleva solicitar estas ayudas y continúa sin incorporar el ciclomotor eléctrico.

De enero a junio de 2024 el mercado de moto eléctrica (cómputo de ciclomotor, escúter y motocicleta), registró una caída del -45% (3.577 uds.). Y en lo que respecta al resto de vehículos de categoría L, los triciclos acumularon un crecimiento del 106% (250 uds.) y los microcoches una caída del -15% (636 uds.).

La reciente actualización del plan MOVES sigue sin ofrecer mejoras que impulsen la venta de la moto eléctrica

En cuanto a canales de venta, el particular es el que menor caída sufrió, con un descenso del -19,5% (2.122 uds.), seguido por el canal empresa -60,7% (1.277 uds.) y finalmente el de alquiler que descendió un -71,8% (172 uds.).

Por Comunidades Autónomas, el ránking de matriculaciones lo lideran Madrid (1.165 unidades vendidas), Cataluña (1.104 unidades vendidas) y Andalucía (773 unidades vendidas).

En cuanto a los datos del mes de junio, con dos días laborables menos que junio de 2023, la moto eléctrica cayó un -44% (581 uds.), los triciclos cayeron un -50% (10 uds.) y los microcoches un -43% ( 86 uds.).

Para José María Riaño, secretario general de ANESDOR: ”La reciente actualización del Plan MOVES no es suficiente para impulsar la moto eléctrica. Además de continuar excluyendo al ciclomotor, algo que no tiene mucha explicación cuando de lo que se trata es de incentivar la movilidad eléctrica en las zonas urbanas, se trata de un plan de incentivos cuya burocracia retrasa el cobro de la ayuda entre uno o dos años.

Es necesario que se reformulen estos planes de incentivos, de manera que resulten atractivos para el ciudadano. Venimos trasladando propuestas al Gobierno, pero hasta la fecha no se han tenido en consideración. Entre otros aspectos, que la ayuda se reciba directamente en el momento de comprar un vehículo eléctrico, es fundamental.

El sector está cumpliendo con su parte en lo que al impulso de la movilidad eléctrica se refiere. Es urgente que las Administraciones Públicas realicen los cambios e inversiones necesarias para que se revierta la situación de la moto eléctrica”.