La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una serie de iniciativas dirigidas a mejorar la seguridad vial de las personas mayores, uno de los colectivos más vulnerables en el entorno del tráfico. Esta estrategia responde a la creciente tendencia de envejecimiento poblacional, un fenómeno que, según las proyecciones de la División de Población de las Naciones Unidas, hará que en 2050 una de cada cuatro personas en Europa tenga 65 años o más.

Ante este panorama, la DGT está desarrollando herramientas formativas que permitan a los mayores seguir participando activamente en la movilidad hasta edades avanzadas. El objetivo es fomentar la reflexión sobre los cambios físicos, sensoriales y cognitivos que pueden influir en su seguridad vial, promoviendo una circulación más segura y autónoma.

Además, Tráfico busca sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de crear un entorno vial inclusivo y accesible, incentivando actitudes de respeto y adaptación a las necesidades de una población en proceso de envejecimiento. Para ello, está elaborando una Estrategia de Seguridad Vial para Mayores, una hoja de ruta basada en datos empíricos y estadísticos que identificará desafíos y planteará soluciones en forma de recursos, formación y proyectos de concienciación.

Una guía para una conducción segura en la tercera edad

Dentro de esta estrategia, la DGT ha desarrollado la «Guía de Consejo Sanitario Vial para el conductor mayor y su entorno próximo», un recurso práctico dirigido no solo a los conductores mayores, sino también a su entorno familiar y social. Esta guía ofrece recomendaciones para fomentar una conducción segura y responsable, así como herramientas para ayudar a tomar la difícil decisión de abandonar la conducción cuando sea necesario.

Uno de los elementos clave de la guía son los cuestionarios diseñados para evaluar la capacidad de conducción de los mayores. Estos cuestionarios, dirigidos tanto a los conductores como a sus familiares, analizan tres áreas fundamentales: la capacidad cognitiva y emocional, el estado físico y la experiencia particular de conducción. Su objetivo es identificar posibles señales de riesgo y facilitar la toma de decisiones en pro de la seguridad vial.

La DGT enfatiza que la edad no es un factor determinante en la conducción, pero sí lo son las aptitudes psicofísicas, que pueden verse afectadas con el paso del tiempo. Por ello, la guía pone el foco en la necesidad de ser conscientes de los riesgos y adaptar las medidas de seguridad para garantizar la movilidad de las personas mayores de forma segura.

En definitiva, la seguridad vial de los mayores es una responsabilidad colectiva. Para garantizar su inclusión en el tráfico y en los espacios públicos, es imprescindible promover una cultura de respeto, adaptación del entorno y concienciación social. Solo con un enfoque integral que combine educación, infraestructura adecuada y sensibilización se podrá asegurar un envejecimiento activo y seguro en las vías públicas.